Dicen aquellos que saben de ellas y las aman, (porque yo las amo pero no sé mucho de ellas), que para que las plantas crezcan sanas y felices, cada cierto tiempo es necesario remover la tierra en la que están sembradas. Me parece muy acertado, porque la tierra se asienta y se "apelmaza" con bastante rapidez si no la removemos para que los nutrientes se mezclen.
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Al igual que ellas, a todos nos viene muy bien empezar un nuevo año removiendo la tierra de nuestras propias macetas, esas en las que estamos sembrados mientras transcurre nuestra vida.
La vida está repleta de nuevas posibilidades. Pero a veces no las vemos porque se nos ha olvidado remover nuestra capacidad de tener visión. Es lamentable cuando eso sucede, porque la vida es muy corta, y al final sería trágico darnos cuenta de todo lo que no pudimos percibir y disfrutar.
Existe una historia extraña (y verídica), sobre la primera persona que tuvo la loca idea de lanzarse por las cataratas del Niágara encerrada dentro de un barril.
Sin duda alguna, se trata de un caso extremo sobre alguien que en verdad quiso "remover la tierra en la que estaba sembrada", y conste que no por compartir la historia estoy recomendando lo que esta mujer hizo. Como se dice en los programas de acción, "No se intente en casa". :) Sin embargo, resulta muy interesante saber que, a principios del siglo pasado, cuando todo era mucho más conservador que ahora y muy en especial la forma de pensar de las mujeres, hubo alguien que rompió radicalmente con todos los paradigmas y decidió realizar una extraña y muy peligrosa hazaña con la esperanza de asegurar financieramente su vejez y quizás conocer las emociones de la fama.
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Annie Edson Taylor, una maestra de escuela retirada y ya en la tercera edad, que era viuda y cuyo único hijo había muerto siendo niño, decidió que esa podía ser una gran manera de darle un giro interesante a su vida, si es que lograba sobrevivir, así que se agenció un promotor y mandó construir un barril lo suficientemente fuerte para resistir los embates propios de una caída libre por una catarata de más de 50 metros de altura. No sabría decir si por previsora o por cruel, dos días antes de la fecha prevista para su lanzamiento, decidió probar el barril metiendo en él a su gato, y permitiendo que cayera por las cataratas. Afortunadamente, el pobre e inocente gato sobrevivió y tan sólo con una pequeña herida en la cabeza, (aunque con un susto del tamaño del mundo), lo que fortaleció la determinación de Annie de intentarlo ella misma. Precisamente el 24 de octubre de 1901, día en que ella cumplía 63 años, hizo acto de presencia en el lugar acordado, y se introdujo en el barril acompañada de su "cojín de la suerte", en forma de corazón, que debió haber sido lo suficientemente grande para rodearla por completo y protegerla de los golpes que con toda seguridad iba a sufrir.
Para no hacer larga la historia, Annie Edson no sólo logró sobrevivir y salir casi ilesa de esa terrorífica aventura, sino que vivió veinte años más, aunque no con la fortuna que hubiese deseado, pero sí con el reconocimiento de ser la primera persona en la historia que se lanzó por las cataratas del Niágara y vivió para contarlo.
Este ejemplo en verdad va más allá de la prudencia y la cordura elementales, pero lo comparto para "remover la tierra", e invitarte a hacerte a ti mismo las siguientes preguntas:
¿Hay algo que yo puedo hacer para renovarme a mi mismo?
¿Qué giro puedo dar a mis proyectos para impulsarlos y hacerlos memorables y recordables?
¿De qué manera puedo iniciar esa gran idea que siempre he tenido y he postergado por mucho tiempo?
¿Cómo puedo dar un nuevo aspecto y un nuevo ambiente a mi casa, a mi entorno, a mi tienda, a mi empresa, o a mi vida en general?
¿De qué modo puedo hacerme más útil, más servicial, y significar una diferencia en la vida de los demás?
¿Qué cambios puedo hacer para contribuir a que el mundo sea un lugar mejor?
¿Qué eliminaré? ¿Qué agregaré?
¿Cómo será el último día del año 2014 para mi? ¿Me sentiré orgulloso de mí mismo (a)?
Cuando de crear nuevas posibilidades se trata, ¿qué tal llegar a grandes acuerdos consigo mismo al comenzar un nuevo año?
¡La oportunidad de remover la tierra y reverdecer está ante nuestros ojos!
¿La aprovecharás?
Para no hacer larga la historia, Annie Edson no sólo logró sobrevivir y salir casi ilesa de esa terrorífica aventura, sino que vivió veinte años más, aunque no con la fortuna que hubiese deseado, pero sí con el reconocimiento de ser la primera persona en la historia que se lanzó por las cataratas del Niágara y vivió para contarlo.
Este ejemplo en verdad va más allá de la prudencia y la cordura elementales, pero lo comparto para "remover la tierra", e invitarte a hacerte a ti mismo las siguientes preguntas:
¿Hay algo que yo puedo hacer para renovarme a mi mismo?
¿Qué giro puedo dar a mis proyectos para impulsarlos y hacerlos memorables y recordables?
¿De qué manera puedo iniciar esa gran idea que siempre he tenido y he postergado por mucho tiempo?
¿Cómo puedo dar un nuevo aspecto y un nuevo ambiente a mi casa, a mi entorno, a mi tienda, a mi empresa, o a mi vida en general?
¿De qué modo puedo hacerme más útil, más servicial, y significar una diferencia en la vida de los demás?
¿Qué cambios puedo hacer para contribuir a que el mundo sea un lugar mejor?
¿Qué eliminaré? ¿Qué agregaré?
¿Cómo será el último día del año 2014 para mi? ¿Me sentiré orgulloso de mí mismo (a)?
Cuando de crear nuevas posibilidades se trata, ¿qué tal llegar a grandes acuerdos consigo mismo al comenzar un nuevo año?
¡La oportunidad de remover la tierra y reverdecer está ante nuestros ojos!
¿La aprovecharás?
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