La imperdonable no. 5

La anécdota que te voy a relatar es completamente verídica. Hace algunos años me la platicó un amigo de la familia que es primo del protagonista de este singular suceso:
Un joven recién egresado de la Universidad, a quien llamaremos Oscar,  se esmeraba en encontrar trabajo, y como la empresa para la que más le interesaba trabajar era dirigida por el padre de uno de sus compañeros de estudios, decidió invitarlos a comer para poder hablar con este hombre, presentarse con él y procurar causarle una impresión favorable. Para su sorpresa, el empresario aceptó la invitación y se presentó en el restaurant acordado en compañía de su hijo.  Cuando estaban a media comida y Oscar se esmeraba como nunca en mostrar lo mejor de su personalidad, sucedió de pronto algo completamente fuera de lo esperado:  El señor de repente abrió los ojos como platos de sopa, se llevó las manos al cuello y se puso de pie atropelladamente, haciendo unos sonidos extraños. Al levantarse de esa forma, empujó el plato con alguna parte del cuerpo, y éste cayó al suelo estrepitosamente, haciendo que todos los presentes voltearan hacia ellos con sorpresa.  Oscar y su amigo, el hijo del empresario, tan sorprendidos como todos los demás, lo miraron sin explicarse qué estaba sucediendo. Pero como un rayo de inspiración, Oscar recordó un curso corto que había tomado tres meses atrás, (al que estuvo a punto de no ir porque creyó que iba a ser muy aburrido,), en donde les explicaron las técnicas para salvar la vida a una persona en diferentes situaciones.  Como la mente trabaja tan rápido, Oscar logró identificar en fracciones de segundo que el hombre que tenía enfrente tenía signos de atragantamiento, y más veloz que un rayo se puso de pie, se colocó detrás del hombre y le aplicó lo que se conoce como “la maniobra de Heimlich”.  Unos segundos después, “algo” salió disparado de la boca del hombre como un proyectil, (resultó ser un hueso de pollo), y éste, después de respirar profundamente y mirar jadeante a Oscar y a su hijo, acertó a decir:  “Co… contratado!”  :  )


La habilidad práctica “completamente imperdonable “ (porque en este caso no es "casi"), no 5 es SABER LOS PRIMEROS AUXILIOS ELEMENTALES: saber realizar la maniobra de Heimlich, (incluyendo su aplicación a sí mismo, a niños y bebés, mujeres embarazadas, y mascotas), saber la técnica de RCP, saber detener una hemorragia, y saber tratar una quemadura. 





Por supuesto, existen varias otras técnicas de primeros auxilios, pero las mencionadas son las IMPERDONABLES.  El no conocerlas y no saberlas aplicar puede ocasionar que una persona pierda la vida frente a tus ojos, pudiendo tú haber hecho algo para salvarla.  Cuando vayas a aprender estas técnicas, asegúrate de que te enseñen su aplicación en niños y en bebés también. Si eres casado, acude con tu esposa a aprender estas técnicas.

Los misioneros de la Misión México-Oaxaca practicando en nuestro reciente taller de primeros auxilios.
 No hay nada peor que sentirse impotente cuando se presenta una situación de emergencia. Y aunque es poco probable que te suceda lo que le pasó a Oscar, toma en cuenta que saber estas cosas… ¡hasta te podría hacer conseguir el trabajo de tus sueños!  :  D