Un detalle que parece mínimo, ¡pero puede quitarte
grandes oportunidades si lo pasas por alto!
Gabriel y Martín son dos
abogados que se han asociado para formar un bufete. Son bastante amables y con
facilidad logran encontrar personas que se interesan por contratar sus
servicios. Para poder explicar mejor las ventajas que ofrecen a sus posibles clientes,
redactan un documento en el cual explican sus estrategias legales en cada caso,
así como un presupuesto de sus servicios.
Pero sucede algo extraño: después de que estos posibles clientes leen el
documento, siete de cada diez cambian la
decisión de contratarlos. Una vez, un amigo en común les preguntó si no sería
por un detalle que él había notado en los documentos que redactaban, a lo que
Gabriel y Martín contestaron: “Oh, ¡claro que no! Eso no tiene nada qué ver. En
nuestro trabajo lo importante es el fondo, no la forma”.
Adriana está a punto de
cerrar un trato de negocios con un inversionista. Ella pretende poner una
escuela primaria en un lugar ideal para ello, pues se trata de una nueva
colonia que se está poblando con familias que tienen hijos en edad escolar. En
los días previos a su entrevista para cerrar el trato, ella le envía varios
mensajes de texto a su próximo socio inversionista. Para su sorpresa y
decepción, cuando llega el día de reunirse con él, éste le dice que lo
disculpe, que ha cambiado de opinión y que ahora tiene pensado apoyar a otras
personas que le han presentado otras propuestas de inversión también en el
ámbito escolar.
Javier pretende a una chica
muy especial que conoció en la Universidad. Después de inventar toda clase de
pretextos para encontrarse “casualmente” con ella, al fin logra pedirle una
cita, que ella acepta con una sonrisa. Javier está tan contento, que le escribe
una nota y la pone en el bolsillo del suéter de la chica sin que ella se de
cuenta. Cuando ésta la encuentra al
llegar a casa, se la muestra a su mamá. Sonriendo, su mamá toma la nota y su
expresión cambia. Mira a su hija con un gesto amable, pero un poco adusto.
“Cariño, deberías pensarlo dos veces antes de salir con este muchacho”.
Juan Carlos recibe el
encargo de escribir una nota para uno de los clientes de su patrón. Cuando éste abre el sobre, se encuentra con
lo siguiente: “Señor Paredes, mi jefe me
encargó q´ le digera q´ lla puede pasar x su pedido, por q´ya esta listo para k
se lo entregen”. Cuando el cliente se
encuentra de nuevo con el patrón de Juan Carlos, éste le pregunta si el joven es un buen
trabajador, ya que no parece ser muy cuidadoso.
¡¡Aquí tienes “la habilidad
imperdonable” no. 7!! En el competitivo
mundo del trabajo, de los negocios… ¡y en muchos casos también en el de la
conquista de pareja! la forma en que
escribes habla mucho de ti, de tu personalidad, de tu preparación y de tu
profesionalismo. El hecho de que haya
faltas de ortografía y uso de letras en vez de palabras (como en los mensajes
de texto) en tus documentos, cartas, carteles, anuncios y demás comunicaciones profesionales, en
verdad PUEDE HACERTE PERDER OPORTUNIDADES IRREPETIBLES, ¡y muchas veces sin que
siquiera te expliquen por qué! En un
mundo donde las personas son fácilmente reemplazables, es importante recordar
en todo momento que los detalles cuentan, ¡Y MUCHO! La buena ortografía y el buen uso del idioma
son absolutamente básicos en la imagen que transmites.
TIP: Conviértete en un lector asiduo, y no tendrás
qué estudiar reglas ortográficas, ¡porque tu ortografía se perfeccionará
naturalmente! También, con los
correctores automáticos de ortografía con los que contamos hoy en día… ¡¿qué
pretexto podemos tener para escribir mal?!
Sierto, tienen mucha berda
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