Una pesadilla con Relojes de Arena

No hay duda de que nuestro tiempo en esta vida es limitado y de hecho, mucho más breve de lo que pudiéramos pensar. Pero esta verdad me ha golpeado anoche y me ha sacudido de una manera que estoy segura que nunca voy a olvidar: Una pesadilla...

Me encontraba en una especie de bosque, sola, tratando de encontrar el camino de regreso a casa. Nada en el sueño me daba una explicación del por qué me encontraba allí. y sentía cierta angustia al ver que el atardecer estaba avanzando y pronto la luz natural se acabaría.

En eso, comencé a escuchar un sonido extraño... algo parecido al de tierra deslizándose...
Casi como si fuera Alicia la del País de las Maravillas al caer por el hueco del árbol, yo sentí que el piso se hundía y me encontraba de pronto dentro de una enorme cueva, en la cual había cientos de relojes de arena colocados a diferentes alturas sobre las rocas naturales de la caverna. La arena de cada uno era de diferente color, y yo podía ver que en algunos quedaba mucha arena en la parte superior, mientras que en otros estaba a punto de acabarse. Entre todos, producían ese extraño sonido:  Era la arena pasando a través del estrecho medio de los relojes.

De pronto comprendí qué significaban esos relojes con arena de colores:  Eran la vida de las personas.  Cada reloj correspondía a alguien, y la arena que quedaba en la parte superior del reloj significaba el tiempo que le resta de vida. Había también algunos relojes con arena negra... eran los de la gente que ha elegido vivir en el lado obscuro: los delincuentes, los asesinos.

Yo miraba al fondo de la caverna, e intuía que había innumerables bóvedas detrás, llenas también de esos relojes que mostraban el resto de la vida.

Cuando me disponía a buscar el mío, con el ansia de saber cuanta arena le quedaba, el grito del señor que vende pan, y que es bastante madrugador, por cierto, me despertó en el momento crucial.
¿Cómo crees que me siento hoy...?

Apresurada. Decidida. Y más consciente que nunca de que la vida es muy corta.
Hay qué crear las mejores posibilidades en todos los sentidos...
Hay qué realizar los sueños y darle sentido y propósito a nuestro tiempo y nuestra oportunidad...
mientras quede arena en el reloj.